Todos los pura sangres ingleses modernos son descendientes de alguno de los tres sementales importados a Inglaterra desde el Oriente Medio a finales del siglo XVII y principios del XVIII: el Darley Arabian, el Godolphin Arabian, también conocido como el Goldophin Barb, y el Byerly Turk
(la primera parte del nombre de estos sementales se refiere a su
propietario británico, mientras que la segunda parte es un indicador del
origen del caballo). Estudiando el ADN mitocondrial, se sabe que el
origen de las yeguas es bastante cosmopolita,
aunque la contribución británica e irlandesa es la más importante. La
genética parece indicar que las yeguas británicas e irlandesas suponen
el 61%, las provenientes de Oriente Medio el 31% y las de la península
arábiga tan sólo el 8% restante. El primer purasangre en las colonias americanas fue Bulle Rock, importado por Samuel Gist del Condado de Hanover, Virginia, en 1730.
En el Reino Unido, el registro de estos caballos es mantenido por el Jockey Club. Una organización diferente pero con el mismo nombre mantiene los registros en Estados Unidos. Hay registros oficiales de Jockey Clubes en diferentes países. El primer registro de purasangres, o “Stud Book”, fue creado por un hombre en Inglaterra en el siglo XVIII, y se cree que fue ésta la primera invención de su tipo.
Pese a que los purasangres son primariamente criados para correr, también pueden ser utilizados para equitación y otros entrenamientos combinados debido a su condición atlética.
Un purasangre típico mide 16 palmos (64 pulgadas/1,63 metros) de altura, y puede ser castaño, zaino, alazán o tordillo en cuanto a su pelaje. La cara y la parte inferior de sus patas pueden tener manchas blancas, pero el color blanco generalmente no aparece en otras partes del cuerpo (aunque algunos genes relativos al color, usualmente encontrados en ejemplares alazanes, traen como consecuencia algunos pelos o manchas blancas).

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